Por encima de su formato de diario íntimo, La náusea (1938) es sin duda una novela metafísica, una novela de un innegable calado filosófico, pero también es el relato detallado de la experiencia humana de una calamidad, de una calamidad de nuestro tiempo: el sentimiento y la contemplación del absurdo de la existencia.
Antoine Roquentin, su protagonista, está afectado de esa enfermedad en virtud de cual produce un vértigo muy desagradable, una arcada difícil de controlar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario